Países ricos incumplen compromiso ayuda al desarrollo en materia climática
El dinero debía servir para compensar a los países más pobres - desde Bolivia a Bangladesh o Mali, por los efectos desastrosos que pudieran sufrir en los próximos decenios como consecuencia del calentamiento del planeta, atribuido principalmente a las emisiones de gases invernadero de los países desarrollados.
La mayor parte del dinero recaudado lo gestionaría una organización bautizada "Global Environmental Facily" (GEF), con sede en Washington, que lo distribuiría mediante programas administrados por el Banco Mundial y las Naciones Unidas.
Sin embargo, según las cuentas presentadas en la última reunión de esa organización, hasta el 30 de septiembre tan sólo habían llegado a la misma 177 de los 1.200 millones de dólares prometidos.
Para Andrew Pendleton, analista de la organización benéfica "Christian Aid" (Ayuda Cristiana), lo ocurrido "representa una promesa de ayuda rota a escala masiva y de un cinismo espectacular".
"La promesa de fondos para que puedan adaptarse (los países pobres) es algo que ofrecerán los países ricos en Bali para lograr que el mundo en desarrollo se sume a un nuevo acuerdo sobre cambio climático", afirma Pendleton.
"Pero la señal que captamos por todas partes es que los desarrollados no tienen ganas de cumplir sus compromisos morales y legales", agrega el experto de esa organización.
Según Saleem Huq, director del grupo sobre cambio climático del Instituto Internacional del Medio Ambiente y Desarrollo, Gran Bretaña debería haber aportado entre una quinta y una cuarta parte de los 1.200 millones comprometidos si se juzga por sus anteriores contribuciones a la ayuda internacional.
"La mayoría de los participantes en el debate sobre el cambio climático discuten de cómo reducir las emisiones (de CO2) y cómo conseguir que Estados Unidos, China y la India firmen un acuerdo mientras que prestan mucho menos atención a los efectos del cambio climático sobre los países más pobres y la responsabilidad que tienen los ricos de ayudarlos", critica Huq.
De acuerdo con "Christian Aid", son los pobres en las zonas rurales los más expuestos a los efectos catastróficos del cambio climático como las inundaciones, las sequías y los huracanes, que ganan cada vez mayor intensidad.