ElCapitalista007

jueves, noviembre 22, 2007

El cordón umbilical petrolero

Una suspensión del suministro de petróleo de Venezuela a Estados Unidos ocasionaría un colapso de la economía nacional, 65% del crudo que exporta Venezuela va a los EEUU, un destino que queda apenas a cinco días en barco desde el Lago de Maracaibo. Las refinerías chinas no pueden procesar el crudo extra-pesado venezolano, además un cargamento tarda seis semanas en llegar a Asia. Cortará o no cortará el presidente Hugo Chávez el suministro de petróleo a los Estados Unidos? Esa es una de las preguntas clave que se hacen los poderes en Washington que monitorean a América Latina y, al parecer, están estudiando con cada vez más atención. ¿Sería factible semejante ruptura?

A comienzos de esta semana, desde la capital iraní, Teherán, el ministro de Energía y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, lo dijo clarito: “Si los Estados Unidos quieren mantener una política hostil hacia nosotros, dejaremos de exportar petróleo a ese país”. Con esa declaración, Ramírez se une al presidente Chávez quien, en un sin fin de ocasiones en los últimos dos años, ha dicho la misma cosa: que si al presidente George W. Bush se le ocurre la locura de invadir a Venezuela, “ya no habrá más petróleo para los gringos”.

Pero en Washington, algunos han dejado de ver ese tipo de comentario como una locura. Como respuesta casi inmediata a las declaraciones de Ramírez, el presidente Bush dijo en una entrevista al canal Fox News que las constantes amenazas de Chávez servían como un recordatorio para que los Estados Unidos adoptasen “una política energética inteligente”. Otras personas también con un alto nivel de influencia en la capital estadounidense están empezando a actuar.

En las últimas semanas, ha circulado un reporte realizado por un equipo de economistas del Government Accountability Office (GAO), que es el brazo investigativo, supuestamente sin filiación política, del Congreso de Estados Unidos. La investigación fue solicitada por el senador Richard Lugar, un republicano que actúa como presidente de la influyente Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

El reporte del GAO, de unas 50 páginas, alerta, entre otras cosas, que un recorte del suministro de petróleo de Venezuela a EEUU durante seis meses causaría un incremento de unos 11 dólares en los precios del crudo, o más o menos 15% por encima de los precios actuales, que ya rozan niveles históricos. Un incremento como ese tendría un importante impacto político negativo para el gobierno de Bush, a quien muchos estadounidenses critican por no actuar para bajar los elevados precios de la gasolina y otros combustibles. El suministro de petróleo venezolano es de millón y medio de barriles diarios, un monto que equivale a 11% de las importaciones estadounidenses de energía.


Citgo limitada

Otro factor que reseña el reporte del GAO, y por lo tanto preocupa a Lugar, es el hecho de que la empresa estatal Petróleos de Venezuela es la dueña de Citgo, compañía que refina aproximadamente 750 mil barriles diarios de crudo y los convierte en gasolina, diesel y otros productos derivados. Por lo tanto, una suspensión del suministro de petróleo de Venezuela estaría probablemente acompañada del cierre de un importante componente de la capacidad de refinación en los Estados Unidos. En julio, Citgo anunció que en los próximos meses dejará de distribuir gasolina a unas mil 900 estaciones de servicio en varios estados del país, o un 15% del total de 13 mil 100 franquicias que llevan la marca Citgo. La filial de Pdvsa justificó esta acción como “asuntos de negocios” diciendo que no era rentable tener que comprar cierto volumen de crudo a terceros para refinar y después distribuir el combustible.

Aunque ese razonamiento tiene su lógica económica, levantó más sospecha en el senador Lugar quien, basándose en las conclusiones del GAO, hace dos semanas le envió una carta a Condoleezza Rice, secretaria de Estado norteamericana, insistiendo en que ya era un asunto urgente que EEUU preparara “planes de contingencia” para una eventual decisión del gobierno de Chávez de cortar el suministro de petróleo. Esta petición parece haber prendido las luces rojas de alarma en la embajada venezolana en Washington.


Crudo a China

El 65% del petróleo que exporta Venezuela va a los Estados Unidos, un mercado que queda apenas a cinco días en barco desde el Lago de Maracaibo. Sencillamente, dejar de vender ese petróleo llevaría a un estruendoso colapso de la economía venezolana. En pocas semanas, una arepa reina pepiada costaría más de 50 mil bolívares. El colapso de la economía resentiría, inevitablemente, a la administración del presidente Chávez, que cada día necesita más dinero para sostenerse en el poder.

Por otro lado, ¿sería plausible dejar de vender petróleo a Estados Unidos y enviarlo a otro país? El presidente Chávez dice que quiere reducir la dependencia en el Imperio y buscar otros mercados. De hecho, ya ha empezado. Las exportaciones de petróleo a China se han incrementado desde apenas unos 14 mil barriles por día durante 2004 a 80 mil barriles diarios el año pasado.

Pero luce difícil ir más allá de eso. El petróleo venezolano se caracteriza por su calidad extra-pesado. Aunque se quisiera vender ese petróleo a China, por ejemplo -un mercado enorme y hambriento para energía- ese país no lo va a comprar porque sus refinerías no lo pueden procesar. Además, aun si China pudiera procesar el petróleo venezolano en grandes volúmenes, hay otra razón que hace que el negocio se complique: un cargamento tarda seis semanas en llegar a China. La mayor distancia significa un costo de flete mucho más elevado, y así, o China tendría que pagar varios dólares más por barril para comprar crudo venezolano (que no lo haría) o el presidente Chávez tendría que venderlo a varios dólares más barato (que no le convendría).

Roger Tissot, director para América Latina de PFC Energy, una consultoría en Washington, resalta que mientras el intercambio petrolero representa apenas 11% de las importaciones de energía de la nación del norte, significa dos tercios de la totalidad de las exportaciones venezolanas. “En el corto y mediano plazo, Venezuela no puede sobrevivir si no exporta petróleo a los Estados Unidos,” dice. “Sin embargo, si EEUU empezara a pensar en un cambio de régimen en Venezuela, o hiciera algo que amenazara el gobierno de Chávez, Venezuela podría usar el petróleo como un arma política.”

Pero eso todavía parece demasiado lejos, aun para el presidente Bush. Está muy claro que Venezuela estaría en una posición sumamente desventajosa, en comparación con los Estados Unidos, si el presidente Chávez decidiera cortar su verdadero cordón umbilical con “Mister Danger.

politica, el arte de lo que no se ve.

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