ElCapitalista007

martes, enero 15, 2008

El inversionista que apostó contra el mercado inmobiliario y se embolsó al menos US$3.000 millones

En Wall Street, los perdedores con el colapso del mercado inmobiliario son la norma. Pero parece haber un gran ganador: John Paulson, un gestor de fondos de cobertura relativamente desconocido que presintió los problemas hace dos años.Los fondos que gestiona ganaron US$15.000 millones en 2007 gracias a una apuesta espectacularmente exitosa en contra del mercado inmobiliario. Paulson ha obtenido ganancias de entre US$3.000 millones y US$4.000 millones para su bolsillo, lo que podría ser la mayor utilidad anual lograda por un individuo en la historia de Wall Street.

En un nuevo giro de la historia financiera, Paulson ha contratado como asesor al hombre que algunos culpan de alimentar la burbuja inmobiliaria al mantener bajas las tasas de interés: Alan Greenspan , el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.

En su camino a la cima, Paulson enfrentó el escepticismo de otros grandes inversionistas y llegó a utilizar un programa de software que evitaba que los inversionistas en el fondo reenviaran sus emails. Al igual que muchas apuestas legendarias, como las adquisiciones de empresas pequeñas por parte de Warren Buffett en los años 70, la de Paulson nadó contra la corriente. A principios de 2006, la mayoría de los inversionistas pensaba era poco probable que se presentaran problemas serios en los mercados hipotecarios y de bienes raíces, a pesar de los relajados estándares crediticios.

"La mayoría de la gente nos dijo que los precios de las casas nunca bajarían y que jamás se había producido una cesación de pagos en un bono hipotecario con grado de inversión", dice Paulson.

Tener una opinión diferente a la del rebaño no es suficiente para obtener ganancias gigantescas. Paulson también tuvo que pensar una técnica para apostar en contra de estos mercados hipotecarios y de bienes raíces.

Otra clave fue aprovechar la oportunidad indicada. Algunos estudiosos del mercado inmobiliario apostaron a una baja hace varios años y sufrieron grandes pérdidas mientras aguardaban el colapso. Paulson, cuya especialidad radica en otros ámbitos, dirigió su atención al mercado inmobiliario más recientemente y apostó a la baja en el momento preciso.

En 2005, a Paulson le preocupaba que la fortaleza económica de EE.UU. flaqueara. Comenzó a vender al descubierto los bonos de compañías como los fabricantes de autopartes, es decir apostó a que su valor bajaría. En cambio, siguieron subiendo, incluso los bonos de empresas en bancarrota.

"Esto es una locura", Paulson recuerda haberle dicho a un analista de su firma. Le pidió a sus corredores que encontraran una forma de proteger sus inversiones y obtener ganancias si se presentaban problemas en la economía. Como parte de ello les hizo esta pregunta: "¿Dónde está la burbuja contra la cual podamos apostar?

La encontraron en el sector inmobiliario. Los especialistas en hipotecas mantenían su optimismo y repetían sin cesar que los precios de las viviendas en EE.UU. nunca caen a nivel nacional y que la Fed podría salvar el mercado al recortar las tasas de interés.

Luego de analizar verdaderas montañas de datos, Paulson se convenció que los inversionistas estaban subestimando el riesgo del mercado hipotecario. Sus primeras apuestas generaron pérdidas. Pero los prestamistas se volvieron cada vez más laxos acerca de la capacidad de pago de los deudores.

Sospechando que las agencias calificadoras de riesgo eran demasiado generosas al tasar los complejos valores construidos con hipotecas, Paulson le pidió a su equipo que rastreara decenas de miles de hipotecas. Concluyeron que cada vez era más difícil cobrarle a los prestatarios.

En enero de 2006, decidió lanzar un fondo de cobertura dedicado a apostar contra los créditos hipotecarios de alto riesgo. Los inversionistas escépticos le dijeron que otros con más experiencia en el campo se mantenían optimistas. Paulson recaudó cerca de US$150 millones para el nuevo fondo, principalmente de inversionistas europeos.

El sector inmobiliario se mantuvo fuerte y Paulson perdió dinero. Un amigo lo llamó y le preguntó si iba a retirarse para evitar más pérdidas. "Voy a incrementar" la apuesta, respondió, según este inversionista. Paulson le comentó a su esposa que "sólo es cuestión de tiempo" y aliviaba el estrés corriendo en Central Park.

Pronto su suerte comenzó a cambiar, tanto que abrió un segundo fondo de cobertura. A medida que comenzaba a registrar ganancias, algunos de sus inversionistas comenzaron a comentarles a otros sobre sus tácticas. Paulson estaba furioso, preocupado por que otros se robaran su crédito. Así que usó un programa que prevenía que sus clientes reenviaran sus emails.

En total, el primer fondo de Paulson creció 590% el año pasado y el segundo 350%. Paulson ha tratado de mantener un perfil bajo, diciendo que es reacio a celebrar cuando la crisis le causa dolor a otros. Le ha dicho a sus amigos que elevará sus donaciones a obras de caridad. En octubre, le dio US$15 millones al Centro para los Préstamos Responsables, un grupo que aboga por una ley que permita que los jueces de bancarrota reestructuren hipotecas, para financiar la asistencia legal a familias que podrían perder sus casas.


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