ElCapitalista007

sábado, septiembre 29, 2007

DESDE ARGENTINA: La importancia del descubrimiento del precio en los mercados granarios

Por Alejandro Weskamp.- El cultivo de la soja se ha ido transformando a lo largo de los últimos 20 años en:
- el principal producto de exportación argentino tanto en su estado natural o procesado.
- el cultivo de mayor producción del país.
- el principal producto del campo argentino y sustento de los recursos del Estado.
Por lo expuesto, consideramos necesario centralizar, a partir de la soja, el análisis de un tema que alcanza a todos los productos agrícolas del país: los Mercados.
1. Los mercados como un valor determinante para las comunidades agrícolas
Si bien los precios surgen por la oferta y demanda mundial donde juegan muchas naciones, los mismos se reflejan en mercados ubicados en países específicos.
Es bien sabido que quienes negocian soja y otros commodities agrícolas, lo hacen tomando como referencia los valores del Chicago Board of Trade (Bolsa de Chicago) u operando directamente en este mercado. Los precios se descubren dentro del mismo a través de la cautivante puja que desarrollan la enorme cantidad de participantes del globo a través de sus agentes.
Por ello podemos afirmar categóricamente que los Mercados son un “valor” para toda la comunidad mundial.

2. Génesis de los mercados en Argentina
En Argentina, dicho valor fue también alcanzado a fines de siglo XIX y principios del XX, en contemporaneidad con la plaza norteamericana.
Al igual que en el país del Norte, aquí se construyó una plaza bursátil sustentada sobre principios éticos, creándose el marco jurídico y legal que sirviera de base para el desarrollo. Los hombres de aquella época supieron aprovechar las circunstancias favorables de un país que se había convertido no sólo en el granero del mundo, sino en una plaza bursátil alternativa. Tal es así que el Mercado de Chicago abría mirando nuestras pizarras para conocer la tendencia de los precios del día.
Buena parte de ese valor fue dilapidado por generaciones posteriores que empujaron al país hacia el tirabuzón de la decadencia económica, moral e institucional.
Una pregunta interesante para formular es ¿cuál sería en esta materia el posicionamiento de una Argentina que hubiera sabido sostener o compartir el cetro de ser una de las principales plazas agrícolas y a la vez referente adicional de un mercado internacional en materia de precios? Y saliéndose de una visión sesgada, ¿cuál sería la situación económica, social y cultural de cada uno de sus habitantes?
La respuesta sería, sin entrar en disquisiciones ideológicas: sin lugar a dudas, mucho mejor.
No obstante, este valor que la Argentina supo ostentar décadas atrás a través de un liderazgo regional no está totalmente perdido. Acerca del éxito de unos y los fracasos de otros, la historia y la evolución de las distintas plazas y mercados bursátiles del mundo nos han enseñado que no hay verdades absolutas.
No sólo se ha escrito acerca de la globalización, el derribamiento de fronteras, la papelización del comercio y de los negocios electrónicos, sino que la realidad habla por sí sola.
El desarrollo muchas veces vino de la mano de los Mercados, y otras veces fueron los Mercados los que surgieron de la mano del desarrollo.

3. Los mercados en Argentina y la importancia del agente bursátil
Mucho se ha dicho sobre que el ámbito del cual surge el precio de referencia de la producción de la pampa húmeda argentina son las Bolsas. Pero, ¿qué significado tiene ello? ¿Alcanzan todos los actores de la comunidad agrícola a comprender la real dimensión que esa existencia entraña? ¿Conocen los verdaderos alcances que estas instituciones tienen? ¿Saben cómo funcionan? ¿Conocen sus ideales? ¿Saben a quiénes representan? ¿Saben qué diferencia existe entre Mercado y Bolsa?
Son los agentes bursátiles granarios quienes están especializados en palpar las necesidades de las partes y acercarlas en término de precios para que las operaciones de compraventa se concierten.
En virtud de su equidistancia y objetividad frente a las partes, los agentes bursátiles han sido claves en la creación y desarrollo de los Mercados, estando hoy día aún vigentes pese a la evolución de las distintas modalidades que el comercio va adoptando en el mundo acorde a la realidad y necesidad que cada región le imprime.
Los mercados concentradores son, en la Argentina, la expresión máxima de la transparencia a la que necesariamente se somete el proceso de descubrimiento de precios.
Los agentes bursátiles granarios, por su parte, son la esencia del funcionamiento de esos mercados, vitales para su propia existencia y cruciales para que esa transparencia pueda sobrevivir.
4. La importancia de contar con mercados propios. La Argentina diferenciada
Las condiciones diferenciales por las cuales nuestro país goza de un privilegio que le hace más fácil sostener sus mercados de concentración agrícolas se basan en la existencia de una comunidad de negocios altamente especializada, que interactúa dentro del conjunto de la cadena agrícola y agroindustrial.
Esta cadena está integrada por el productor, reconocido como el más eficiente del mundo, por las empresas de servicios de almacenamiento y de comercialización, por los agentes bursátiles y, por último, por el sector industrial y exportador que, siendo el que despacha al exterior el 95% de todo el poroto o su equivalente en subproductos producidos en el país, está también considerado como el más eficiente internacionalmente.
Toda esta cadena de valor, como en ningún otro lugar del planeta, desde la producción, las instalaciones de almacenaje y las oficinas que ejecutan los procesos de comercialización, están concentradas en un radio de 500/600 kilómetros del epicentro natural que es la ciudad de Rosario. El complejo industrial y las instalaciones de embarques están distribuidas a 80 kilómetros al norte y a 80 kilómetros al sur de la misma.
Basta comparar nuestra realidad con la de otros países donde la gran dispersión existente entre las zonas productivas y la diseminada ubicación de las terminales de compras, no hace posible tener un único precio referencia para toda la región.
Los actores del mercado granario descubren día a día los precios en los recintos de las Bolsas, a partir de las referencias que emanan del Mercado de Chicago y de otros ámbitos similares en el mundo. Pero no todo es igual, ya que por una variedad de razones muchas veces esos mercados no se correlacionan.
Entonces, si bien Chicago brinda una referencia sobre la tendencia de los precios internacionales, los factores que inciden sobre la realidad Argentina hacen que muchas veces los valores se divorcien del mercado exterior. Y son precisamente las Bolsas el ámbito adecuado para que se negocien los diferenciales de precios con el mercado internacional.
Justamente, las Bolsas tienen como función primordial facilitar la circulación de los bienes, ofrecer el ámbito adecuado para una formación objetiva de los precios, promover e impulsar el desarrollo de los mercados de productos, de capitales y de otros activos. En otras palabras, dar el espacio y las condiciones propicias para que, con el encuentro entre oferentes y demandantes, se concreten los negocios.
Pero, además, algo muy relevante y que para algunos pasa desapercibido: las Bolsas tienen por objetivo brindar transparencia, seguridad y legalidad a las operaciones que se concretan entre partes, y difundir públicamente los precios y condiciones de los negocios transados.
Estas instituciones son, en general, asociaciones civiles; y sus asociados son personas físicas o jurídicas pertenecientes a los distintos sectores de la cadena de comercialización.
Dentro de las Bolsas funcionan los Mercados, que están regulados por disposiciones y reglamentos que ellos mismos y las propias Bolsa dictan. En dichos reglamentos están plasmados las condiciones y requisitos que los operadores deben reunir, sus obligaciones y responsabilidades, los códigos de ética y el régimen de sanciones a que están sometidos, entre otras disposiciones de contralor y regulación.
Estos mecanismos cotidianos de trabajo y creación de riqueza se tornan cada día más importantes para nuestro país, por cuanto el liderazgo en la producción y exportación mundial de soja y subproductos ha pasado del Hemisferio Norte al Hemisferio Sur. Hace 20 años Estados Unidos era el principal productor de soja y el total de la producción de los países hoy integrantes del MERCOSUR no resultaba preponderante. Actualmente, Sudamérica produce más soja que EE.UU., por lo que los factores fundamentales de nuestra región vuelven a ser de interés para los mercados internacionales.
Estos cambios ameritan y exigen que la formación de los precios de la soja sudamericana sea realizada con la mayor eficiencia o al menos como alternativa válida para nuestro subcontinente, máxime cuando los precios que se descubren en la Bolsa de Chicago guardan cada vez menos correlación con los precios regionales.
Por ello es que decimos que Argentina al tener Mercados genera un valor. Perderlo podría resultar muy costoso para el país.
5. Breve descripción de los mercados agrícolas en Argentina
Las siguientes son las modalidades existentes en el actual sistema argentino:
1) Mercado físico disponible: es un mercado al que desde años recurren los actores con el claro objetivo de cumplir con entrega física los contratos de compraventa concertados. Esta modalidad de negociación, de acreditada eficiencia económica, se concreta mediante acuerdos bilaterales bajo distintas normas de estandarización aceptadas por todos.
La historia argentina, sometida a varias severas y sucesivas crisis, provocadas por factores climáticos locales o externos o por cambios de reglas de juego derivados de decisiones de las autoridades gobernantes, más de una vez puso a prueba el sistema descripto. El tiempo ha demostrado que la autorregulación y el sistema han funcionado con un alto nivel de cumplimiento de los contratos, pese a no contar con un régimen formal de garantías.
No existe en el mundo un antecedente similar al de este mercado.
2) Mercado de futuros y opciones: se trata de un mercado en el que la formalidad de declarar las operaciones es obligatoria, los contratos son totalmente estandarizados, la flexibilidad bilateral de acordar cambios entre partes es limitada, y la posibilidad de recomprar lo vendido o revender lo comprado está siempre abierta.
La existencia de un Mercado de Disponible y un Mercado de Futuros, sumada a la posibilidad de desarrollar un contrato de futuros internacional para la región, representa una oportunidad clara para ampliar al ámbito latinoamericano la operatoria de nuestras Bolsas y Mercados, dando a otros países del continente y del mundo la posibilidad de aprovechar este funcionamiento. Es el desafío que la hora reclama para la creación de nuevas oportunidades para el país, sus instituciones y sus actores.
6. Los beneficios globales de contar con mercados institucionalizados
En un escenario imaginario extremo de inexistencia de Bolsas y Mercados, la pérdida de transparencia en cuanto a volúmenes y precios sería un costo difícil de evaluar, pero seguramente mucho más alto del que implica sostener la actual institucionalidad.
Para medir el costo que una sociedad asume por no tener mercados institucionalizados, basta con observar las vicisitudes por las que transitan agricultores de un sinnúmero de productos que no cuentan con mercados transparentes (algodón, papa, poroto, verduras, frutas, etc.). En muchos casos, los productores llegan con sus mercancías a los mercados de distribución sin conocer el precio que van a percibir por las mismas ni cuándo van a cobrar. Existen cuantiosas experiencias en las que los productores han preferido destruir la mercadería antes que venderla a valores irrisorios.
Si no tuviéramos mercados propios probablemente los costos se encarecerían ante riesgos imposibles de cubrir, y la dependencia del mercado internacional sería cada vez mayor, en circunstancias en que –como antes señalamos– la posibilidad de adecuada cobertura resulta cada vez más imperfecta.
Por ello es que los tenedores de mercadería debieran tomar verdadera conciencia de la significación que tiene canalizar sus ofertas en los recintos bursátiles. Es probable que quienes no lo hacen, crean que están obteniendo una ventaja que será eterna.
Deben darse cuenta que se trata de una ventaja aparente y de corto plazo. La misma empaña y no deja ver los riesgos que se asumen.
Con actitudes individuales de no llevar los granos a los mercados, cada uno está aportando un ladrillo para construir una hipoteca que será imposible de levantar. “La destrucción de los mercados es para la producción la principal amenaza a su rentabilidad”.
7. El canibalismo comercial. Los problemas del “free rider”
Paradójicamente, cada vez es menor el volumen de mercadería que al llegar a las Bolsas y Mercados interviene en el proceso de descubrimiento del precio, mientras que con ese precio se producen y valorizan cada vez mayores volúmenes registrados.
¿Con qué indicadores se cuenta para un diagnóstico de esta índole?
En la actualidad se nota una creciente tendencia a la comercialización de granos sin la utilización de los mercados institucionalizados, es decir del mercado concentrador que opera en las Bolsas, pero sí en cambio valiéndose de los precios que en ellas se descubren.
A ello hay que sumarle los importantes volúmenes que se entregan en instalaciones de las terminales de exportación con precios “a fijar”. La mercadería vendida en esas condiciones tampoco entra en el proceso de descubrimiento de precios, ya que las terminales tienen cautivos esos volúmenes, para los cuales sólo resta determinar el precio de venta, a cuyo efecto se toman como referencia los valores “de mercado” del día de fijación. Esta importante modalidad comercial es valorada por toda la cadena comercial, ya que contribuye a dar respuesta al déficit de almacenamiento que se produce principalmente en las épocas pico de cosecha.
Actualmente es difícil estimar el porcentaje de la producción total que no participa del proceso de formación de precios, porque no existe la obligatoriedad del registro de las operaciones de compraventa.
De todas formas, los datos comerciales permiten inferir que más del 50% de la producción total de granos no participa de esta necesaria puja. Y la tendencia muestra que cada vez es menor el volumen de granos que participa de este vital proceso de descubrimiento de los precios. De continuar y profundizarse este proceso, la formación de precios bursátiles será cada vez menos representativa, menos confiable, y el final de las Bolsas y de los mecanismos transparentes e institucionalizados de comercialización será una afligente realidad.
“Descubrir” un precio es llegar al precio justo, producto de la puja de toda la oferta con toda la demanda.
Registrar contratos no necesariamente significa haber intervenido en la puja entre oferentes y demandantes. Participar de la puja es canalizar el volumen al recinto de las Bolsas.
Confeccionar un boleto de compraventa, sellarlo y registrarlo en las entidades bursátiles no implica necesariamente que ese volumen de mercadería haya participado del proceso de descubrimiento del precio. Significa al menos que las partes han ratificado mediante un contrato formal su voluntad de cumplir con las obligaciones comerciales e impositivas y que han acordado tener acceso a los servicios arbitrales a los que se someten para dirimir sus eventuales conflictos.
¿Registrar contratos en las Bolsas significa participar plenamente de un mercado institucionalizado?
Desde un punto de vista contributivo, para el mantenimiento económico del sistema o para tener acceso al servicio de arbitraje general, sí. Desde un punto de vista contributivo en términos de valor para un mercado, no necesariamente.
La actitud de los actores comerciales en este sentido es determinante. Por tal motivo, debería arbitrarse alguna forma de premiar las operaciones que participan efectivamente del proceso diario de puja para la formación de los precios, diferenciándolas de aquellas que no lo hacen.
El comercio de granos en la Argentina se encuentra seriamente afectado por normas impositivas que generan inequidades entre los distintos actores de la cadena comercial. Cuando los privilegios con los que algunos canales cuentan son utilizados para beneficiarse en forma sectorial, en un mercado altamente competitivo se generan inequidades comerciales que distorsionan los precios que unos pueden pagar frente a otros, lo que enturbia la valorada transparencia.
El Estado está facilitando con algunas medidas esta situación. A saber:
- con inequidades impositivas, que se reflejan en el impuesto a las ganancias, impuesto a los créditos y débitos bancarios, impuesto a los ingresos brutos y tasas municipales.
- con inequidades comerciales, que resultan de una dispar valoración de las responsabilidades de distintos actores que cumplen similares tareas.
Hoy un compromiso ineludible de todos los sectores que participan en las Bolsas y los Mercados es contribuir a uno de sus objetivos fundamentales para el que fueron creadas estas Instituciones: procurar de las autoridades una adecuada legislación relativa al comercio, producción, finanzas y economía general, respetando la propiedad privada y la libre iniciativa.
Fortalecer el proceso de formación de precios en Bolsas y Mercados contribuye a obtener:
1) Mayor concentración de las fuerzas que movilizan al mercado (oferta y demanda), asegurando transparencia.
2) Mayor difusión de los precios y de las condiciones transadas, lo que realimenta desde el punto de vista informativo a todos los participantes.
3) Mayor seguridad, porque dentro del ámbito de las Bolsas existen reglamentos estatutos y normas específicas que autorregulan la actividad.
4) Mayor legalidad, al gozar de un sistema de información de antecedentes de quienes ingresan al sistema. Las Bolsas están compuestas por asociados pertenecientes a los distintos sectores que intervienen en la cadena de comercialización de granos, lo que asegura la conformidad de todos los involucrados.
5) Mayor fortalecimiento de la oferta, que se da como consecuencia de la concentración de la misma, que de por sí es atomizada.
8. Conclusiones
Un cambio de actitud proactivo de los participantes fortalecería el sistema. Valorar lo que se tiene no significa que no se pueda mejorar lo que se ha venido haciendo.
Las instituciones bursátiles deben seguir enarbolando la bandera de la libertad de comercio, velando para que el proceso de formación de precios sea cada vez más transparente.
Si los granos se alejan de los mercados perdemos todos:
*Pierde el productor, porque no contará con un mercado de referencia para negociar su producción.
*Pierde el comprador final, porque no protege a su proveedor poniendo en peligro su propia subsistencia.
*Pierde el comercio, porque la falta de transparencia fomenta la competencia desleal y enturbia la actividad de los intermediarios.
*Pierde el agente bursátil, porque ve reducida la materia prima con que desarrolla su actividad.
*Pierde el Estado, porque al no concentrarse la operatoria en un recinto, los organismos de control serán cada vez menos efectivos para poder luchar contra la evasión.
*Y a partir de perder este valor, pierde el país y todos los que lo habitamos.

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