ElCapitalista007

jueves, junio 21, 2007

Un avión de ensueño


Boeing Co. ha atraído cientos de órdenes de compra para su nuevo avión 787 al poner énfasis en el uso de fibras de carbón para reemplazar el aluminio convencional y aligerar el peso de la nave, que consume menos combustible y tiene costos de mantenimiento más bajos.Además, Boeing dice que ha rediseñado todo el interior del aparato, desde sus filtros de aire hasta sus generadores eléctricos, pasando por la iluminación de alta tecnología en su cabina de pasajeros y nuevos sistemas de entretenimiento, con la mirada puesta en la comodidad y la reducción de costos.

El 787 tiene menos cableado que el 767, casi del mismo tamaño, con unos 98 kilómetros (61 millas) en comparación con los 145 (91) del otro modelo, lo cual lo hace más barato y más fácil de reparar, contando con más espacio para equipaje y para los asientos.

Los sistemas de entretenimiento en vuelo serán más ligeros y con cableados más sencillos, con monitores en la parte posterior de los asientos y descansa brazos con pequeños teclados que serían usados, algún día, dicen sus creadores, para actividades como el envío de mensajes instantáneos.

El avión consumirá combustible de manera más eficiente y tomará menos energía de sus motores porque sus sistemas serán alimentados casi exclusivamente por generadores de alto voltaje, en lugar del sistema que emplea aire succionado por las turbinas.

Los sistemas electrónicos de vuelo, encargados de guiar la nave en vuelo, son más pequeños que nunca, más o menos una cuarta parte del tamaño de los del Boeing 777, el último diseño radicalmente nuevo de la empresa, que empezó a ser usado en 1995.

En la cabina de vuelo, pantallas suspendidas al alcance de la vista de los pilotos les permitirá aterrizar el avión con mayor precisión, lo que de acuerdo con las aerolíneas les ahorrará una sorprendente cantidad de dinero, al gastarse menos los neumáticos del tren de aterrizaje.

Algunas de las nuevas características del 787, sin embargo, tienen más que ver con la comodidad, no el costo.

Hay programas diseñados para ayudar a la nave a responder con mayor rapidez a las ráfagas de viento que suben o bajan y pueden causar mareos en los pasajeros.

El sistema de iluminación de la cabina podrá simular el amanecer, pasando del azul marino al naranja cálido y de ahí al blanco, ahorrándoles a los pasajeros ser encandilados luego de un vuelo nocturno en la oscuridad.

En lugar de cortinas, las ventanas tendrán controles que los pasajeros o las azafatas podrán activar para oscurecerlas o aclararlas. Las ventanas serán más grandes de lo acostumbrado, en una elección tomada por Boeing luego de que un estudio demostró que los pasajeros están más tranquilos si tienen una vista clara del horizonte.

Y por primera vez, Boeing ha agregado un sistema de purificación del aire que tiene como fin eliminar los contaminantes emanados por toallas de manos, fijador de cabello, perfume y el vinilo del equipaje. La empresa decidió hacerlo luego de una serie de encuestas encontró una relación entre la incomodidad de los pasajeros y la presencia de compuestos orgánicos en el aire de la cabina.

Los ingenieros que diseñaron ambos sistemas trabajaron conjuntamente de una forma poco acostumbrada, dijo Mike Sinnett, director de sistemas del 787.

"Es diferente a todo lo que hayamos hecho antes y, como resultado, creo que hemos encontrado el justo medio en muchas mas áreas de las que habríamos logrado normalmente", dijo Sinnett mientras Boeing ofrecía recorridos por los laboratorios donde se prueban los sistemas del 787.

En un laboratorio, los ingenieros prueban los programas de computadora que manejarán la nave para arreglar cualquier posible problema antes de que los sistemas físicos sean enviados a los fabricantes. Otro laboratorio cuenta con maquinarias que simulan las condiciones de vuelo, haciendo que los sistemas se comporten como si estuvieran en un avión. Cada uno de los laboratorios es de capital importancia para detectar posibles problemas antes de que la nave empiece a volar.

En el laboratorio denominado Vehículo de Pruebas de Integración, apodado el "pájaro de hierro", los ingenieros han encontrado 750 problemas, resolviendo la mayoría conforme surgen otros nuevos, dijo Pete van Leynseele, ingeniero en controles de vuelo.

Esos problemas son de poca importancia en el "pájaro de hierro", pero habrían sido graves dolores de cabeza que podrían haber retrasado la producción de la nave, de haber sido descubiertos durante su fabricación, dijo Len Inderhees, quien dirige el laboratorio.

"Esta es la parte donde el laboratorio justifica su costo, al detectar los problemas mucho antes de que el avión enfrente otro similar en la fábrica o durante una prueba de vuelo", dijo Inderhees.

A pesar de todas las novedades, los pasajeros podrían no advertir a primera vista los cambios desarrollados por Boeing para el 787, que iniciará sus vuelos comerciales en mayo del 2008.

Pero Boeing espera que notarán en cambio la comodidad de la cabina, presurizada no a los acostumbrados 2.440 metros (8.000 pies), sino a 1.830 (6.000 pies), para que el aire sea menos seco y se mantenga con una humedad de alrededor de 15% en comparación con las cabinas actuales, que pueden tener apenas un dos por ciento de humedad, dijo Sinnett.

La comodidad es tan importante ahora como la economía.

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