El mundo que Google nos prepara
Google, “El Buscador” por antonomasia, casi el único, se está convirtiendo a pasos agigantados en una sofisticada central de intermediación informativa a escala global, con buscadores especializados y la ambición de llegar a “organizar toda la información del mundo”.Dicen los que viajan a Mountain View (San Francisco), donde está la sede de Google, el famoso Googleplex, que sus ocupantes viven en permanente estado de euforia. No es para menos; al margen de que la masa de googlecurrantes se encuentran entre los trabajadores mejor tratados de Silicon Valley, en estos últimos dos o tres años el hada de la buena suerte parece haberse instalado allí. Está claro que Larry Page (de 34 años) y Sergey Brin (de 33), los fundadores, y Eric Schmidt (de 52), el CEO, han dado en el clavo.
El modesto buscador, lanzado al mercado en 1998, avanza a tal ritmo que, de seguir así, en dos o tres años superará definitivamente a Microsoft y pasará a ser el primero de la clase. De momento, es ya la segunda de las empresas de TICs del Nasdaq en valor bursátil, 170.000 millones de dólares, una cifra superior a los 158.000 millones de IBM y alejada de los 120.000 millones de HP, los 63.000 millones de Dell y los 37.000 millones de Yahoo. Tras su debut en Bolsa por 100 euros la acción en el verano de 2004, a Google le han bastado menos de tres años para quintuplicar su valor. Es la empresa de moda en Wall Street. Google parece tener el mundo a su alcance. No extraña que un humorista haya redactado recientemente una noticia (apócrifa, claro) según la cual Google “va a comprar Internet de una vez por dos billones de dólares, ya que sus jefes han decidido que hacerlo por partes sale más caro y es menos efectivo”. Bromas aparte, la actual confianza de Wall Street en Google no tiene nada que ver con las fantasías de la “era de la Burbuja”. Estamos hablando de una empresa que en 2006 facturó 10.605 millones de dólares –de los cuales más del 95% procedentes de la publicidad–, una cifra que casi duplicó los 6.140 millones del año anterior y más que triplicó los 3.190 millones de 2004.
Bajo el volcán
Si es cierto que Larry Page y Sergey Brin no han alcanzado los niveles de dedicación filantrópica de Bill Gates, lo que nadie les puede negar es su insistencia en que quieren ser éticos ante todo. Su ansiada honradez en los negocios la han plasmado en una frase ya célebre don’t be evil, mediante la que buscan enviar el mensaje –hacia fuera y hacia el interior de la empresa– de que se puede perfectamente ganar dinero sin violar las normas elementales de la buena ciudadanía. Ambos jóvenes se esfuerzan continuamente, en sus entrevistas, por convencer al mundo de que la ya manida sentencia sí dirige su vida como ejecutivos y fundadores de Google. “Nunca hemos adoptado una decisión que vaya contra los intereses de los usuarios o les perjudique”, comentaron, no hace mucho, a un medio de EE UU. Afirman, asimismo, que tratan de colaborar con las buenas causas y proporcionan, por ejemplo, publicidad gratuita a centenares de ONGs y organizaciones sin ánimo de lucro de todo tipo. Pero los negocios son así de duros y lo dicho no les ha evitado las críticas más enconadas. Existen varias webs que se dedican, por ejemplo, a sacarles los colores y muchas de sus actitudes han sido objeto de intensas polémicas. Popular como pocas empresas, Google está hoy día en el ojo del huracán, a causa de muchas de sus iniciativas, perseguida a diario por centenares de organizaciones de todo tipo.
Los diez mandamientos de la filosofía de Google
1- Concéntrate en el usuario y todo lo demás llegará solo.
2- Es mejor centrarse en una cosa y hacerla muy, muy bien.
3- Deprisa es mejor que despacio.
4- La democracia funciona en Internet.
5- No necesitas estar ante tu escritorio para demandar respuestas.
6- Puedes ganar dinero sin ser malo.
7- Siempre hay más información ahí fuera.
8- La necesidad de información cruza todas las fronteras.
9- Puedes ser serio sin traje y corbata.
10- Excelente no es suficientemente bueno.
El modesto buscador, lanzado al mercado en 1998, avanza a tal ritmo que, de seguir así, en dos o tres años superará definitivamente a Microsoft y pasará a ser el primero de la clase. De momento, es ya la segunda de las empresas de TICs del Nasdaq en valor bursátil, 170.000 millones de dólares, una cifra superior a los 158.000 millones de IBM y alejada de los 120.000 millones de HP, los 63.000 millones de Dell y los 37.000 millones de Yahoo. Tras su debut en Bolsa por 100 euros la acción en el verano de 2004, a Google le han bastado menos de tres años para quintuplicar su valor. Es la empresa de moda en Wall Street. Google parece tener el mundo a su alcance. No extraña que un humorista haya redactado recientemente una noticia (apócrifa, claro) según la cual Google “va a comprar Internet de una vez por dos billones de dólares, ya que sus jefes han decidido que hacerlo por partes sale más caro y es menos efectivo”. Bromas aparte, la actual confianza de Wall Street en Google no tiene nada que ver con las fantasías de la “era de la Burbuja”. Estamos hablando de una empresa que en 2006 facturó 10.605 millones de dólares –de los cuales más del 95% procedentes de la publicidad–, una cifra que casi duplicó los 6.140 millones del año anterior y más que triplicó los 3.190 millones de 2004.
Bajo el volcán
Si es cierto que Larry Page y Sergey Brin no han alcanzado los niveles de dedicación filantrópica de Bill Gates, lo que nadie les puede negar es su insistencia en que quieren ser éticos ante todo. Su ansiada honradez en los negocios la han plasmado en una frase ya célebre don’t be evil, mediante la que buscan enviar el mensaje –hacia fuera y hacia el interior de la empresa– de que se puede perfectamente ganar dinero sin violar las normas elementales de la buena ciudadanía. Ambos jóvenes se esfuerzan continuamente, en sus entrevistas, por convencer al mundo de que la ya manida sentencia sí dirige su vida como ejecutivos y fundadores de Google. “Nunca hemos adoptado una decisión que vaya contra los intereses de los usuarios o les perjudique”, comentaron, no hace mucho, a un medio de EE UU. Afirman, asimismo, que tratan de colaborar con las buenas causas y proporcionan, por ejemplo, publicidad gratuita a centenares de ONGs y organizaciones sin ánimo de lucro de todo tipo. Pero los negocios son así de duros y lo dicho no les ha evitado las críticas más enconadas. Existen varias webs que se dedican, por ejemplo, a sacarles los colores y muchas de sus actitudes han sido objeto de intensas polémicas. Popular como pocas empresas, Google está hoy día en el ojo del huracán, a causa de muchas de sus iniciativas, perseguida a diario por centenares de organizaciones de todo tipo.
Los diez mandamientos de la filosofía de Google
1- Concéntrate en el usuario y todo lo demás llegará solo.
2- Es mejor centrarse en una cosa y hacerla muy, muy bien.
3- Deprisa es mejor que despacio.
4- La democracia funciona en Internet.
5- No necesitas estar ante tu escritorio para demandar respuestas.
6- Puedes ganar dinero sin ser malo.
7- Siempre hay más información ahí fuera.
8- La necesidad de información cruza todas las fronteras.
9- Puedes ser serio sin traje y corbata.
10- Excelente no es suficientemente bueno.
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