Sin lugar para ocultarse

Inmarsat propone una nueva solución para comunicarse desde sitios remotos,Está trabajando en una plataforma y necesita consultar con la oficina central las consecuencias del corte de una sección de fondo de los pilares. Problemas de comunicación como este, comunes en una industria con operaciones en todo el mundo, son atacados, entre otros, por Inmarsat y su solución BGAN, una red de banda ancha satelital portátil.Todas las compañías relacionadas con los trabajos de campo en el mundo del petróleo y el gas experimentan un problema común: tienen sus operaciones distribuidas en puntos muy distantes entre sí y, en líneas generales, en lugares remotos respecto de las grandes ciudades. Esto presupone un conflicto para lograr comunicaciones fluidas entre las personas que se encuentran, por ejemplo, en un yacimiento, y las que están en las oficinas centrales de la compañía.Es muy difícil que las redes de telecomunicaciones lleguen hasta los puntos donde se realizan trabajos de exploración.

Entre las soluciones que se ofrecen en el mercado para paliar esta "incomunicación", recientemente se anunció una que tiene muchas ventajas para el segmento de la energía: BGAN (Broadband Global Area Network), presentada por la proveedora de comunicaciones vía satélite Inmarsat y comercializada por diferentes operadores en los países de América Latina. La propuesta consiste en una red de banda ancha satelital portátil, con una cobertura que abarca 85% del planeta y un territorio que ocupa 98% de la población mundial. Es decir, difícilmente un yacimiento queda "fuera del área de cobertura". El desarrollo de esta solución demandó seis años y consumió una inversión de US$1,5 mil millones.

Originalmente, este servicio ya se daba en Europa, África, Oriente Medio y Asia, por medio de Inmarsat-4s. Con el lanzamiento de un segundo satélite, en noviembre del año pasado, la cobertura comenzó a incluir también al continente americano. Fuentes de Inmarsat aseguran que los objetivos del sistema son permitir que cualquier persona tenga un escritorio móvil en minutos y mantenga toda su productividad en cualquier lugar del planeta.

Para acceder al sistema hay que adquirir un módem satelital. Pero no hay que asustarse: los modelos que se ofrecen son livianos, con el tamaño y el peso de una computadora portátil común y corriente. El precio de estos equipos ronda los US$600 y basta orientarlos hacia el satélite para acceder a todos los servicios de telecomunicaciones estándar (voz, internet) como a las redes corporativas.

Esto significa que la persona que está trabajando en el pozo puede, sin complicaciones, acceder a su correo electrónico, solicitar información específica para su tarea, consultar su base de datos o pedir asistencia a la mesa de ayuda de la empresa. La conexión con la red de la empresa es segura, a través de una red privada virtual, una especie de "túnel" que el operador de telecomunicaciones traza entre el operario distante y los sistemas de la empresa, que no puede ser penetrado por otras conexiones. Al mismo tiempo que el usuario de BGAN chequea sus mensajes electrónicos, puede realizar una llamada telefónica por voz.

También, por ser de banda ancha, habilita aplicaciones de video, como videoconferencias, con lo cual es posible armar una reunión urgente para decidir temas clave sin necesidad de demorarse con traslados ni incurrir en los costos que implica mover personal.

Una característica típica del trabajador de campo es que puede llegar a necesitar conexión para dilucidar alguna duda específica, atender una emergencia o resolver un problema determinado, pero difícilmente requiere estar conectado de manera permanente. Y aquí la solución BGAN vuelve a responder positivamente, dado que sólo se abona por el tráfico de datos que se transmite, lo cual lo convierte en un medio eficiente en costos.

El equipamiento ofrece velocidades de hasta 492 kbps, con la opción de tasas de transmisión garantizadas de hasta 256 kbps (esta alternativa significa que, independientemente del estado de la señal, nunca va a transmitir más lento que eso).

Una cobertura que llega hasta el último rincón del mundo, que ofrece banda ancha de buena calidad y que es eficiente en costos, constituye una muy buena noticia para las empresas con operaciones en sitios muy distantes de los centros urbanos.