ElCapitalista007

martes, octubre 09, 2007

Zoellick sale de la sombra de Wolfowitz y plantea una gran reforma del Banco Mundial

El nuevo presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha puesto fin a una insurrección en la institución al presentarse a sí mismo como todo lo contrario a su predecesor, Paul Wolfowitz. Mientras Wolfowitz recurría a algunos asesores reclutados del gobierno de George W. Bush, Zoellick no ha contratado a ninguno. Wolfowitz no se involucraba con los empleados del banco, Zoellick se reúne con los 24 vicepresidentes del banco cada mañana.

Ahora, Zoellick debe demostrar que puede renovar la mayor institución de lucha contra la pobreza del mundo, la cual se arriesga a perder relevancia en un mundo en el que incluso los países más pobres tienen acceso fácil a crédito y a más de 230 instituciones dirigidas por multimillonarios, celebridades y países. En ese esfuerzo, probablemente tendrá que enfrentarse a sus propios empleados, un ejército de 10.000 tecnócratas internacionales conocidos por su renuencia al cambio.

En un discurso que pronunciará hoy, una semana antes de que los accionistas del banco celebren su reunión anual en Washington, Zoellick, de 54 años, presentará su estrategia, construida en parte en base a ideas de Wolfowitz y su predecesor y tratando de evitar las críticas hechas a ambos por no cumplir con sus grandes anuncios.

Zoellick propone aprovechar el libre comercio para tratar de estimular el crecimiento económico y la cohesión social en los países árabes. También propone estimular los esfuerzos para reconstruir los países que emergen de las guerras civiles e impulsar programas medioambientales y de desarrollo regional en China, India, Brasil y otros países en desarrollo. Su lema: "globalización integradora y sostenible".

Los críticos más conservadores argumentan que el banco no tiene nada que hacer en China y otros países que pueden financiar proyectos de desarrollo con sus abultadas reservas financieras o a través de los mercados globales. Allan Meltzer, un economista de la Universidad Carnegie Mellon, señala que la meta de Zoellick de incrementar los préstamos y otros servicios para países en desarrollo ya muestra "que no hará grandes reformas en el banco". Meltzer dirigió una comisión en 2000 que recomendó reconfigurar el banco para que se concentrara en otorgar subvenciones en vez de préstamos a los países más pobres del mundo.

En una entrevista, Zoellick insistió en que seguir haciendo negocios con estos países de "ingresos medios", pese a que tengan dinero o puedan acceder fácilmente a capital, le dará influencia al banco sobre sus políticas, de manera que su crecimiento económico no sea visto como una amenaza para Estados Unidos y Europa. "Francamente, necesitamos más vías para que los países trabajen juntos en problemas comunes, no menos", dice.

Zoellick también puede recibir críticas desde la izquierda, a medida que haga hincapié el libre comercio como una receta para la prosperidad. Los escépticos frente al libre comercio, entre los que se cuentan muchos economistas del banco, dicen que algunos países africanos dependen de los subsidios europeos para obtener alimentos importados baratos y necesitan los aranceles para defenderse de la competencia de China.

La presión del banco para que los países reduzcan sus barreras comerciales lo ha convertido en un blanco de los movimientos antiglobalización. "Hasta qué punto el comercio lleva a un mayor crecimiento es un tema controvertido entre los economistas", dice el ganador del Nobel Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial. "Pero hay poca controversia cuando se dice que el desarrollo exitoso requiere mucho más que la liberalización del comercio".

Zoellick planea concentrarse más en el mundo árabe y estimular la clase de reformistas que conoció cuando negoció acuerdos de libre comercio con Omán, Bahrein y Marruecos, además de reforzar los lazos entre Egipto, Israel y Jordania. Incrementar el empleo es un gran reto en el Medio Oriente, donde la tasa de natalidad es alta y el crecimiento económico no lo es. Zoellick cree que enfocarse en industrias de exportación como la textil podría ayudar. Su teoría es que el banco puede ayudar a "crear cohesión social al darle a la gente la posibilidad de tener oportunidades y desarrollo".

Zoellick también quiere intensificar los esfuerzos del banco para ayudar a que los países pobres se recuperen de las guerras civiles. El banco ha luchado durante una década para crear programas focalizados a tales países, pero no ha progresado mucho, según un informe de la unidad de evaluación de programas del banco. Los trabajos en países así son considerados como callejones sin salida por los empleados del banco debido a que los proyectos a menudo fracasan y las guerras civiles se reinician.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio